Lo esencial es invisible a los ojos
La
muchedumbre se apersono al discurso del candidato a Intendente en la plaza del
pueblo, y entre ellos transitan dos seres que parecen no ser ni estar en el
lugar, para todos los demás no existen pero están ahí y a su alrededor cientos
o miles de rostros traslucidos observan…
”Un
arma, tiene un arma.” Grita alguien, mientras otros gritos de alarma se suceden.
De entre el tumulto corriendo y sin razón aparente, el extraño y sucio linyera
aparece, se abalanza sobre Nicolás, con el impulso ambos cuerpos ruedan por la
calle, Nicolás está sujeto al extraño, apenas alcanza su bolsillo, en el puede
asir el puñal, es un segundo pero todo parece transcurrir en cámara lenta. El
grito, los gritos; la aparición del
detestable linyera loco, el estruendoso ruido, la caída y el certero golpe
fatal. Al desdichado se le desdibujo el rostro y tras un mudo quejido quedo impávido con los
ojos abiertos tendido en el suelo.
—Fue en
defensa propia, fue en defensa propia Uds, lo vieron me quiso atacar, fue en
defensa propia lo tenía todo planeado.—Repite Nicolás mientras era rodeado por
los policías.
Los
seres parecidos a hombres se acercan junto con sus espectadores y observan…
Nicolás
comparece frente al comisario, comparece
es solo una forma de decir no puede comparecer con quien casi es su empleado.
—Vos
sabes bien que el tipo ese linyera, no era un santo vio la oportunidad y quiso
actuar, yo me defendí estaba preparado—
—Mira Nicolás,
por lo que a mí refiere ese pobre infeliz te salvo la vida, y vos lo mataste—
—No
entiendo ¿me salvo la vida?, ¿qué estás diciendo?—
—Atrapamos
al tipo que te disparó gracias a él, si a él, sino se hubiera arrojado encima
de vos no lo contabas. El loco o linyera como vos le decías no tenía ni un
arma, te salvó la vida anda a tu casa
después te llamo.— Nicolás
queda en silencio perplejo, ¿Qué disparo?, ¿hubo un disparo?, ¡¿qué quería ese
loco?! …
—Anda a
tu casa te va a acompañar una guardia, anda.— Nicolás se marcha con su escolta,
preguntándose ¿Quién
era el linyera?.
¿Pero quién era él? Nicolás, él era un inmigrante
que lo había perdido todo en su tierra natal y que lo único que le quedaba de ella era el viejo puñal de su
padre, había perdido todo, todo Incluso a Abdel que se sacrifico para que él
pudiera seguir viviendo. Y hoy Nicolás era candidato a intendente…
El final del linyera parecía haber comenzado
antes, todo tiene un principio,¿ cómo había comenzado este?…
Una
criatura extraña con semejanza a un hombre
más bien a un muchacho estaba
sentada sobre la cornisa de una casa. En su postura cómoda vigilaba una casa
que estaba del lado de enfrente.
En ella
un hombre tenía un sueño perturbador, soñaba que era un niño que corría tras un
viejo camión a su lado lo sujetaba de la mano otro niño quien de un
solo impulso lo subió al camión, pero no
alcanzo a subir él, y cayó
de bruces al suelo mientras se escuchaba el sonido de cercanas metralla, el camión
avanzó dejando en el suelo árido al desdichado. Con una respiración agitada y
un movimiento brusco Nicolás despertó de su pesadilla. Ya no pudo conciliar el
sueño.
Nicolás
era un hombre de negocios algunos honrados, otros no tanto. Llegó al país hacía
mucho tiempo desde una tierra lejana escapando de la destrucción de alguna
guerra o algo parecido. Era solo un niño
que junto a su padre arribaron a una tierra extraña, pero él supo hacerse un
lugar .Atrás quedo su madre que junto con Abdel
fueron víctimas del monstruo de la guerra, o conflicto o como quieran llamarle,
el final es el mismo; muerte, dolor, odio, temor y rabia les deja a sus
víctimas. Con todo ello Nicolás forjo un futuro en esta tierra, empezó de nuevo
y en ese empezar hasta su nombre cambio. Pero nunca perdonó ni olvidó.
Afuera
una criatura parecida a un hombre se deslizaba por el aire y se acerco al
vigilante que estaba sobre la cornisa:
“Hermano
te he estado buscando ¿Qué quieres de este hombre?”
“Nada,
pero de una u otra forma él lo entregara todo, o ganara todo solo depende de
él, yo nada quiero”
“¿y
estos?“ Una multitud de ojos y rostros traslucidos lo acompañaban.
“Solo observan lo que hagan con esto, depende
de ellos.”
La
pareja salió esa mañana presurosa de su garaje
en la entrada lo esperaba un
hombre tendido en el piso que, al abrigo de la noche utilizo la vereda
de la casa como una cama transitoria. Nicolás rápido de reflejos accionó el
freno y evitó el trágico suceso .Descendió del auto y se dirige al sujeto:
—No
vayas puede ser una trampa— Sugirió Norma su esposa, que inquieta permaneció en
el vehículo, intentando marcar un número por el teléfono celular.
Nicolás
se acerco y a una distancia prudente puede avizorar que el extraño solo dormía.
Se corrió unos metros y tomo una manguera que estaba fija a la canilla y roció al individuo, que espantado se despertó.
El
sujeto sucio de pelo alborotado pequeños ojos negros, piel trigueña curtida por
el frió y el sol y que por la mueca que
pretendió ser una sonrisa se podía ver que no poseía gran parte de su
dentadura. Se levanto y se quedo mirando con una sonrisa emitiendo pequeños
ruidos, gorgoteos si se quiere, mientras insinuaba su poca agraciada sonrisa.
Esa reacción enfureció aun más a Nicolás, quien tomo un pedazo de loza y se la
lanzo al sujeto, pero quiso la providencia para bien o para mal que errara el
disparo, el linyera se retiro corriendo.
—No sé
que buscas linyera pero acá no lo vas a encontrar ándate ¡Fuera!,
¡Fuera!.—
—Quizá
solo quería comida Nico, fuiste muy duro. —
—¡Ni comida ni trabajo, ni nada! en este país
si uno quiere comer se lo tiene que ganar, ese linyera es igual a “todas esas
gentes”, son holgazanes que luego nos parasitan a quienes vivimos y trabajamos
en esta tierra. Yo tenía tres años cuando junto con mi hermano Abdel de cuatro años, subíamos la montaña con mi padre para despojar
a la flor de su tesoro. Eso era durante un mes de trabajo arduo, antes de las 4
de la madrugada debíamos comenzar el viaje
solo teníamos la mañana pues con el calor del sol se pierde la cosecha.
El azafrán era muy preciado en la región y mi padre, era conocido por ser un
hombre confiable en la comercialización del tesoro. Aprendimos el oficio,
con Abdel, cosechábamos y luego con las
mujeres lo preparábamos para el mercado.
Cuando Abdel tuvo 7 años y yo 6 años acompañamos a nuestro padre hasta el mercado de
Taroudant,

fue siempre así luego mi padre se iba a comercializar por la región y Abdel y yo cuidábamos las cabras. Nunca nos falto nada siempre trabajamos y cuidamos de la familia. Eso fue así, durante el tiempo en que yo fui Abderrahim, es que mi padre era un hombre temeroso y fiel, Abderrahim Alcaide ese era yo. Pero los traficantes de muerte llegaron y nos despojaron de todo. Solo me quedo el puñal de mi padre, solo eso. Al resto me lo debe él, me debe todo lo que me despojaron.

fue siempre así luego mi padre se iba a comercializar por la región y Abdel y yo cuidábamos las cabras. Nunca nos falto nada siempre trabajamos y cuidamos de la familia. Eso fue así, durante el tiempo en que yo fui Abderrahim, es que mi padre era un hombre temeroso y fiel, Abderrahim Alcaide ese era yo. Pero los traficantes de muerte llegaron y nos despojaron de todo. Solo me quedo el puñal de mi padre, solo eso. Al resto me lo debe él, me debe todo lo que me despojaron.
Sabes, siempre ayudábamos a los viajeros y extraños sin
embargo cuando la providencia quiso sopesar nuestra suerte de nada sirvió, es
por eso que hoy me llamo Nicolas Alcalide y no Abderrahim Alcaide. —
Ese día
Nicolás dejo a Norma en una esquina de San Isidro y la despidió con un
beso en la mejilla. No sin antes advertirle que no podría ir a buscarla:
—Hoy no
puedo pasar a buscarte tengo una reunión llama a Carlos para que venga con el
otro auto, ¿si queres?—
Ya
cerca de su oficina sobre un edificio que él había comprado alcanzo a ver un
cartel de publicidad con la leyenda “tu oportunidad empieza hoy no la dejes
ir”. ¿Quién abría autorizado el alquiler del espacio? sin duda una muy
buena jugada de alguno de sus empleados, pero por mas esfuerzo que hizo no recordó
haberlo firmado, luego averiguaría mas sobre el tema.
El día
se hizo tarde y la tarde noche y Nicolás regresó a su hogar en el, lo espera su
amigo y abogado Germán Auhelinger. Se
reunieron en el estudio, su abogado le contó que no pudo solucionar un asunto
delicado.
—Está
bien lo consultare con la almohada y mañana lo decido—
Estas
palabras le retumbaron toda la noche. La consulta con la almohada no avanzo y
se torno en una discusión mental no pudo siquiera conciliar el sueño. A su lado
Norma dormía en apariencia placida y tranquila. Decidió intentar dormir con la
ayuda de una de las pastillas de su esposa. Sería el cansancio o las pastillas
que le saco a su esposa lo que le permitieron dormir y soñar, se soñó otra vez
niño. El y Abdel estaban al lado de la colina esperando que las flores de azafrán
se abrieran su padre un hombre de barba oscura con voz suave les decía: ” No hay que perder la oportunidad es por eso que estamos acá, hay que estar atento, siempre atento”. Luego el sueño de trastocaba a una situación de guerra donde todos huían por su vida y otra vez la subida al camión y el abandono de Abdel alcanzado por la metralla.
se abrieran su padre un hombre de barba oscura con voz suave les decía: ” No hay que perder la oportunidad es por eso que estamos acá, hay que estar atento, siempre atento”. Luego el sueño de trastocaba a una situación de guerra donde todos huían por su vida y otra vez la subida al camión y el abandono de Abdel alcanzado por la metralla.
Al otro día nuevamente presuroso por salir en
su auto ve que el linyera esta sentado en la vereda de en frente.
Nicolás, apretó el acelerador y se alejo. Pensó: ¿Qué busca este sujeto está
claro que ni comida ni abrigo pues ya se ha dado cuenta que aquí eso no va
recibir nada ¿Qué busca?..¿Ese tipo será quien me vigila? puede ser; quien
sospecharía de una persona así.
Ese
pensamiento lo perturbo aún más, llegó a la oficina de mal humor y mientras
disfrutaba del café servido por su secretaria estudiaba la cotización en su
computadora personal. Un banner parecía ponerse siempre delante de su vista.
Cambió de página, pero siempre estaba ahí no pudo resistir la tentación y lo
leyó, decía:
“Lo
esencial es invisible a los ojos, no dejes escapar tu oportunidad”
y terminaba en consultores asociados
S.A. En una esquina de la oficina estaban los dos seres, con sus acompañantes...
—Lo
esencial es invisible a los ojos. — La niña solo repitió la frase del cuento
“El principito” en una discusión infantil que su madre puso fin. Pero para Nicolás fue suficiente como para pergeñar la salida a su dilema. Es que todo encajaba pensó: “el sueño con mi padre y lo que dijo, el cartel, el banner y ahora Agustina todo es una señal” Una señal ¿de quién?, o ¿de qué?, no importa. Sera el todopoderoso que ha decidido pagar su deuda. No importa, no voy a dejar escapar la oportunidad voy a defender lo esencial y lo esencial es mi familia, no puedo ceder todo a un rufián. Así que lo primero que hizo fue cobrarse favores primero al comisario, le solicito que se deshiciera del linyera con la excusa de que era una amenaza. No le pidió que le quitara la vida solo que lo echara del pueblo. Después llamo al jefe del partido, hueso duro de roer pero él supo cómo doblegarlo, le solicito una cobertura extra.
“El principito” en una discusión infantil que su madre puso fin. Pero para Nicolás fue suficiente como para pergeñar la salida a su dilema. Es que todo encajaba pensó: “el sueño con mi padre y lo que dijo, el cartel, el banner y ahora Agustina todo es una señal” Una señal ¿de quién?, o ¿de qué?, no importa. Sera el todopoderoso que ha decidido pagar su deuda. No importa, no voy a dejar escapar la oportunidad voy a defender lo esencial y lo esencial es mi familia, no puedo ceder todo a un rufián. Así que lo primero que hizo fue cobrarse favores primero al comisario, le solicito que se deshiciera del linyera con la excusa de que era una amenaza. No le pidió que le quitara la vida solo que lo echara del pueblo. Después llamo al jefe del partido, hueso duro de roer pero él supo cómo doblegarlo, le solicito una cobertura extra.
De
mañana salió de su casa, el linyera se le quiso acercar pero unos hombres aparecieron
y lo arrastraron hasta un auto que luego se fue. A él se le acercó un conocido
del partido y se fueron, un auto se quedaba en su casa y otro se iba con él. De
a poco todo se encamino, el enemigo
estaba neutralizado en todos sus aspectos. Dos días
después Nicolás intentaría dar en la plaza su primer discurso como candidato a
intendente del pueblo…
—Nico,
es Javier el comisario quiere que vayas
a verlo hoy lo antes posible, es por el incidente en la plaza, pobre hombre— Avisa Norma su esposa.
—De
acuerdo voy lo antes posible, ya no te quejes mujer, ya te dije él se atravesó—
Pasando
el mediodía Nicolás fue a ver al
comisario.
—Javier
no tengo mucho tiempo vine cuando pude, ¿Qué es tan urgente para que me
llamaras tan presuroso?.—
—Nicolás
hablo el tipo que te disparo nos entrego a un tal Germán Auhelinger.—
— ¿Qué decís?
German es…—
—Si ya
se, es tu abogado, está implicado hay
pruebas y todo, en este momento está firmando la confesión, parece que lo
sedujo la codicia le ofrecieron mucho dinero, todos tenemos un precio Nico,
todos. Pero no te llame por eso te llame por el vaga mundo o linyera como
quieras, revisamos su ropas y encontré esto —
PIEDAR جيدة
323
—Es árabe,
y es mi dirección.—
—Si lo
se lo hice traducir el linyera era de allá, de la región de Taroudant
o por ahí cerca. — Nicolás no emite palabra deja caer su pesado cuerpo en el sillón
mientras escucha con atención.
—El pobre infeliz la paso mal sabes, cuando niño fue esclavo
de unos guerrilleros, lo torturaron y todo. Llego al país de polizón hace unos
6 meses. Te llame por qué, se que sos de
allá pero no sé cómo, ni para que
llego hasta tu casa el sujeto. Además de eso, entre sus ropas tenia esto. — En
unos papeles se podía leer :
مأمور المقيمين عبد المغربية في منطقة تارودانت
العمر 58 عاما.
الأب AFRA Alcaide
Abdel Alcaide residente de Marruecos de la región
de Taroudant
Edad 58
años.
Padre AFRA
Alcaide …
Nicolás
quedo absorto con el rostro pétreo nebuloso.
“Como dije hermano el ganaría todo o perdería todo
siempre la decisión fue suya.”
Uno a uno los rostros traslucidos desaparecen y la escena se oscurece.
Uno a uno los rostros traslucidos desaparecen y la escena se oscurece.
Juan
Carlos, cierra el libro del relato que término de leer. Se levanta y en un
profundo suspiro toma valor y marca el número telefónico, son las dos de la
madrugada.
—Esteban
soy Juan Carlos, si ya se la hora perdóname pero es hora de que dejemos de
estar peleados, que te parece si nos reunimos mañana, dale te paso a buscar, un
abrazo. Esteban que nunca nos olvidemos “que
la oportunidad es hoy” un abrazo hermano. —
“Ves
hermano el decidió que hacer con el suceso, el aprendió.” Dijo el ser con
apariencia de hombre a otro igual, en apariencia sentado en el dintel de la
puerta.
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