Uso cookies para darte un mejor servicio.
Mi sitio web utiliza cookies para mejorar tu experiencia. Acepto ....

jueves, 11 de diciembre de 2014

El viajero 3


El atentado

    viejos pecados



    Otra vez me siento incomodo con esa sensación de aceleración como si estuviera por irme, quizá ya este por regresar. Quisiera quedarme, pero no puedo quedarme, es algo inexplicable es una sensación de euforia, de enfoque y de desplazamiento. Estoy abandonando al doc, seguramente regresare a mi casa. El doctor queda  tendido en la cama, enchufado a cables para controlarlo como en cualquier centro de salud. No sé qué pasa, todavía estoy acá no me fui. Estoy como flotando, estoy en la habitación veo todo y para todos lados pero no estoy dentro de nadie. Intento regresar al doctor pero no puedo, estoy atrapado acá, sin poder hacer nada.
No sé cuánto tiempo va pero, ya me estoy impacientando quiero regresar a mi casa, no sé cuánto tiempo ha pasado, bueno parece que puedo moverme. Me voy contra el muro y como si no estuviera lo pase, estoy en el pasillo. Me muevo  no se para adonde, ¿a dónde iré? Ahora aparecí en lo que parece ser un enorme recepción, hay un mostrador largo con ventanillas de vidrio, que van hasta el numero 20. Hay cualquier cantidad de asientos; pero no son suficientes, hay gente hasta en el piso, hay muchísima gente, una muchedumbre ocupan todo el lugar. Personas de todas las edades, viejos, jóvenes y niños.
Las recepcionistas, que parecen ser todas gemelas. Me refiero a que están vestidas igual, incluso tienen el mismo corte de pelo son parecidas físicamente y gestualmente. Se enciende la pantalla de imágenes  y del lado del lado de afuera se extiende una especie de telón enorme de forma tubular. Ahora empiezo a comprender se comienza a transmitir imágenes, el telón es una pantalla de cine en el centro de la sala. Algo está informando, muestra una visión de este edificio, más que un edificio parece una ciudad, de lo grande que es. Una chica igual a las recepcionistas va relatando las imágenes. Ahora crea la expectativa del arribo de una especie de nave voladora, parece un helicóptero, de 4 (cuatro) hélices. Es el directorio, dice la chica que el directorio vienen, hacia acá, la gente no reacciona algunos miran el espectáculo como si estuvieran aletargados. Apenas si se oye el murmullo de sus charlas. Por una puerta entran en escena los patrulleros, marchan como soldados. En sus manos tienen una especie de tubo negro, corto como la medida que hay de la mano a un codo.

   Les ordenan a todos a formarse, la gente reacciona también como si estuvieran adiestradas, solo se escucha la voz de los patrulleros. Bien ahora estoy en otro lugar, si bien es el mismo sitio no estoy igual, creo que estoy adentro de alguien, pero es extraño es una sensación rara. Es como si faltara algo, se abre una enorme  puerta yo creía que era una pared, atrás hay una rampa en espiral que se eleva unos 20mts creo. Se les ordena al grupo avanzar, ¡yo ordeno! (es decir en el cuerpo que estoy ahora, eso quiere decir que soy un patrullero)…
Estar adentro de esta persona es extraño, no tiene más pensamientos que lo que hace en el momento que lo hace. Por ejemplo, tiene calculado hasta el movimiento que va a hacer cuando llegue hasta un lugar determinado, lo tiene pensado al detalle. Vigila a un grupo de personas, y no se distrae con nada mas, constantemente los mira, pero con una secuencia que repite una y otra, y otra vez. Algo pasa es una especie de visión y sensación, nos vamos (me refiero a mi anfitrión y a mí, una especie de pensamiento matemático lo invadió).
No, vamos solos vamos con otros patrulleros, salimos a través de una especie de pasadizo que se abrió en la rampa. Nuevamente esa imagen matemática y sensación, viene del lado derecho de lo que sea este lugar donde se aloja la conciencia. No es algo común, es frio y eléctrico pero no eléctrico como el cuerpo, es distinto. Ahora la imagen es más clara y la sensación es más fuerte, es una especie de alerta, que lo pone a mi anfitrión muy atento. Mira con detenimiento, los rincones de un largo y enorme pasillo donde hay muchas maquinas y muebles. Hay un sonido agudo, taladrante y chillón pero no es de afuera es de acá adentro. Mi anfitrión mira todo, de forma secuencial, de arriba abajo y de derecha a izquierda. Repitiendo una y otra vez la secuencia, estar dentro de este sujeto es frio es árido. Lo que ven sus ojos cambian de color, lo que ve, va cambiando de color, parece que recorre el lugar haciendo un barrido por el espectro de visión.
Se apago el sonido, que bueno ya no lo soportaba, nuevamente las matemáticas o secuencias lo inundan todo. Estamos todos los patrulleros, reunidos parece que en círculo. Nos comunicamos, sin hablar pero no es telepatía, es otra cosa parece el sonido de un fax . Pidiendo conexión, se comunica con uno y otro, estoy comenzando a comprender y a entender. Intercambian datos de lo visto, cada uno, le envía al otro imágenes de lo que observo. ¡Esto no es un ser humano!, es una maquina o más bien un poco de ambos. La comunicación empieza con una especie de clave que es un sonido característico de una serie de números, el otro responde con lo mismo más una contraseña. Luego de que todos se confirman y reconfirman empiezan a intercambiar esa información entre ellos y también la envían a otros, siempre confirmando y reconfirmando la clave de inicio que es una especie de llave. También calculan cada sonido que escuchan o captan. Hay una señal muy fuerte que interrumpe todo, es una alerta 2 (dos) patrulleros no regresaron, nos movemos rápido, parece que vamos corriendo. ¡Gua! acabo de saltar como 5(cinco) metros a lo alto, es tremendo. Estoy empezando a ver y a comprender mas, veo una imagen mental de este ser (ya no sé cómo llamarlo). Veo lo que piensa o lo que ejecuta mejor dicho, pues sus pensamientos en si es como si no estuvieran formados, solo son sensaciones. Veo la imagen creada en el interior de su cerebro, en parte carne y en parte compuesta por pequeñas maquinas.

domingo, 7 de diciembre de 2014

El Viajero 2



El directorio


Como angelitos








Como dije ahora ya no soy el pobre de Cristian, ahora soy el Dr: Sebastián jugler y atiendo en el sótano como le llamamos al hospital general No sé como suceden estos saltos a otras personas, a veces es a otros seres, no sé cómo pero sucede. Este lugar se llama el sótano le dicen así porque estamos debajo de toda esta enorme construcción. Si bien estamos abajo no es el sótano realmente del edificio. El edificio pertenece a un grupo de mega construcciones  de varias manzanas. No sé como es de verdad solo puedo intuirlo a partir de los datos que obtengo de mi anfitrión.
    El Dr Sebastián Jungler es un hombre grande de estatura y de edad tiene unos 75 años, pelo blanco de canas, tez blanca ojos claros. De caminar cansino, puedo sentir el dolor del lado derecho de su cadera, puedo sentir su cansancio, pero lo que más siento es su hartazgo su decepción, su amargura. El Dr.Jungler es muy respetado, o lo fue en algún momento es el director de neurocirugía del hospital, pero hoy ya no sabe bien lo que es. Solo sabe  que quiere que esto se termine, camina lentamente por un pasillo amplio pasando por habitaciones inundadas de enfermos. Enfermos sin esperanzas, enfermos que miran esperando una respuesta, si solo eso una respuesta, pues ya ni siquiera esperanza de cura les queda. Lo que tienen no es una enfermedad en sí, al menos en el sentido pragmático de la medicina tradicional. No es que no estén enfermos, lo están y algunos o a la mayoría son pacientes terminal, pero no estaban así al principio. Algunos llegaron al hospital en busca de ayuda, a otros los trajeron, por las causas que fuesen. Pero todos comparten el mismo objetivo son objetos de investigación, algunos para nuevos elementos químicos y/o tecnológicos, que permiten desarrollar nuevas terapias para las curas reales de alguna enfermedad. Otros son experimentos para repotenciar el valor humano, como lo llama el Directorio. Es decir la verdadera enfermedad de toda esta gente y todo el mundo es el Directorio. (El Doctor sigue con sus pensamientos)
El Directorio nació como una organización con la finalidad de salvar a la humanidad, un sueño de bien para todos los habitantes de este mundo (este anfitrión es fácil de entender sus pensamientos mientras camina su mente huye de lo que pasa y recuerda). Creí que el Directorio era la respuesta a todas nuestras controversias sociales, soñé con una humanidad unida con el solo propósito de potenciarse más allá de las estrellas, superando los límites naturales de su existencia. Lo creímos y lo soñamos muchos, una sociedad gobernada por los más sabios.
“como no lo vi venir “…“Como no lo vi venir era tan claro, demasiado bueno para ser verdad, demasiado bueno…”
-Doctor, doctor, ¡Doctor!-
(Humm ¡que linda chica rubia ojos marrones claros, es la asistente del Doc,). 
-Sí, si ¿Quién?, ¿Qué es? si, si,- (El doc estaba algo ido)
- Tiene que firmar estos pases este grupo va a ser trasladado a  la zona de incubación-
-Bien dámelos, como está tu familia ¿y tú hermano?-
El doctor firma apresurado los papeles mientras finge preocupación por la familia de Marcela (Marcela Muglia, así se llama la asistente el doctor conoce a su familia desde pequeña) y sabe también el destino incierto de su hermano fue acusado de ser un revolucionario (revoltoso aquí es así).
-Bien, todos bien doctor- Marcela responde tan fría e impávida como fue la pregunta del doctor.
Pero el doc… no lo hizo de desaprensivo hay algo que le da vueltas por la cabeza y todavía no puedo ver que es. El doctor decide pasar a ver a Miriam a “control” de datos así se llama ese lugar.
 Ahora caminamos  por un pasillo largo, junto a una puerta hay 2 (dos) tipos con sobre todo azules (Yo sé bien lo que son, son patrulleros). Parecen que ni si quieran respiran:
-¡Doctor el pase! Le piden el pase, al menos hablan, es una chica de pelo corto muy corto.
 -Sí, si claro,- Al viejo le tiemblan las manos, y ahora se le cae la cartera o billetera, o lo que sea. El viejo acaricia su mano mientras la patrullera recoge la cartera. Le empezó a doler, su mano derecha, yo no la había visto ahora 
la veo, esta deforme como si tuviera una artritis deformante, o algo así. Pasamos las puertas se abren solas, es un lugar oscuro hay luces  pequeñas en las paredes. ¡Ha, se abre otra puerta! este cuarto es mayor y cuantas maquinas hay muchas es un equipo de computo, computadoras si eso creo que son no estoy seguro, -“eso son solo analizadores probabilístico avanzados”-, (¡respondió mi pregunta el doctor! no creo que sepa bien lo que hizo pero a mí me sirve voy a poder averiguar mas).
Bueno ahora quiero averiguar cómo funcionan, me ignora, ya sé porque ahí viene Miriam, Una mujer mayor creo que menor que el doc, el viejo se entusiasma demasiado, hay amor aquí, hay amor dentro de esta vieja carcacha. Parece iluminársele el alma al doc,:
-Hola pase a verte para compensar la vista que no hice ayer- Se disculpa el doctor
-No hace falta, te vez cansado, agobiado- Responde la mujer.
-Hoy venite, a cenar a casa hago largouch como te gusta- Baya la propuesta de Miriam, más directa imposible, (espero por mi salud que para entonces yo ya no esté en el Doc.). Ella se va por una puerta lateral mientras lo observa a través de una ventana rectangular.
Pero hay algo mas en lo que ella dijo es una especie de código, el doctor asienta con la cabeza. Es una reunión, una reunión organizada por el doctor. ¡El viejo es un conspirador!, el Doctor Sebastian jugler, es un conspirador esto se pone bueno.