El atentado
viejos
pecados
viejos
pecados
Otra
vez me siento incomodo con esa sensación de aceleración como si estuviera por
irme, quizá ya este por regresar. Quisiera quedarme, pero no puedo quedarme, es
algo inexplicable es una sensación de euforia, de enfoque y de desplazamiento.
Estoy abandonando al doc, seguramente regresare a mi casa. El doctor queda tendido en la cama, enchufado a cables para
controlarlo como en cualquier centro de salud. No sé qué pasa, todavía estoy acá
no me fui. Estoy como flotando, estoy en la habitación veo todo y para todos
lados pero no estoy dentro de nadie. Intento regresar al doctor pero no puedo,
estoy atrapado acá, sin poder hacer nada.
No
sé cuánto tiempo va pero, ya me estoy impacientando quiero regresar a mi casa,
no sé cuánto tiempo ha pasado, bueno parece que puedo moverme. Me voy contra el
muro y como si no estuviera lo pase, estoy en el pasillo. Me muevo no se para adonde, ¿a dónde iré? Ahora aparecí
en lo que parece ser un enorme recepción, hay un mostrador largo con
ventanillas de vidrio, que van hasta el numero 20. Hay cualquier cantidad de
asientos; pero no son suficientes, hay gente hasta en el piso, hay muchísima
gente, una muchedumbre ocupan todo el lugar. Personas de
todas las edades, viejos, jóvenes y niños.
Las
recepcionistas, que parecen ser todas gemelas. Me refiero a que están vestidas
igual, incluso tienen el mismo corte de pelo son parecidas físicamente y
gestualmente. Se enciende la pantalla de imágenes y del lado del lado de afuera se extiende una
especie de telón enorme de forma tubular. Ahora empiezo a comprender se
comienza a transmitir imágenes, el telón es una pantalla de cine en el centro
de la sala. Algo está informando, muestra una visión de este edificio, más que
un edificio parece una ciudad, de lo grande que es. Una chica igual a las
recepcionistas va relatando las imágenes. Ahora crea la expectativa del arribo
de una especie de nave voladora, parece un helicóptero, de 4 (cuatro) hélices. Es el directorio,
dice la chica que el directorio vienen, hacia acá, la gente no reacciona
algunos miran el espectáculo como si estuvieran aletargados. Apenas si se oye
el murmullo de sus charlas. Por una puerta entran en escena los patrulleros,
marchan como soldados. En sus manos tienen una especie de tubo negro, corto
como la medida que hay de la mano a un codo.
Les ordenan a todos a formarse, la gente
reacciona también como si estuvieran adiestradas, solo se escucha la voz de los
patrulleros. Bien ahora estoy en otro lugar, si bien es el mismo sitio no estoy
igual, creo que estoy adentro de alguien, pero es extraño es una sensación
rara. Es como si faltara algo, se abre una enorme puerta yo creía que era una pared, atrás hay
una rampa en espiral que se eleva unos 20mts creo. Se les ordena al grupo
avanzar, ¡yo ordeno! (es decir
en el cuerpo que estoy ahora, eso quiere decir que soy un patrullero)…
Estar adentro de esta persona es extraño,
no tiene más pensamientos que lo que hace en el momento que lo hace. Por
ejemplo, tiene calculado hasta el movimiento que va a hacer cuando llegue hasta
un lugar determinado, lo tiene pensado al detalle. Vigila a un grupo de
personas, y no se distrae con nada mas, constantemente los mira, pero con una
secuencia que repite una y otra, y otra vez. Algo pasa es una especie de visión
y sensación, nos vamos (me
refiero a mi anfitrión y a mí, una especie de pensamiento matemático lo
invadió).
No, vamos solos vamos con otros
patrulleros, salimos a través de una especie de pasadizo que se abrió en la
rampa. Nuevamente esa imagen matemática y sensación, viene del lado derecho de
lo que sea este lugar donde se aloja la conciencia.
No es algo común, es frio y eléctrico pero no eléctrico como el cuerpo, es
distinto. Ahora la imagen es más clara y la sensación es más fuerte, es una
especie de alerta, que lo pone a mi anfitrión muy atento. Mira con
detenimiento, los rincones de un largo y enorme pasillo donde hay muchas
maquinas y muebles. Hay un sonido agudo, taladrante y chillón pero no es de
afuera es de acá adentro. Mi anfitrión mira todo, de forma secuencial, de arriba abajo y de derecha a izquierda.
Repitiendo una y otra vez la secuencia, estar dentro de este sujeto es frio es
árido. Lo que ven sus ojos cambian de color, lo que ve, va cambiando de color,
parece que recorre el lugar haciendo un barrido por el espectro de visión.
Se apago el sonido, que bueno ya no lo
soportaba, nuevamente las matemáticas o secuencias lo inundan todo. Estamos
todos los patrulleros, reunidos parece que en círculo. Nos comunicamos, sin
hablar pero no es telepatía, es otra cosa parece el sonido de un fax . Pidiendo
conexión, se comunica con uno y otro, estoy comenzando a comprender y a
entender. Intercambian datos
de lo visto, cada uno, le envía al otro imágenes de lo que observo. ¡Esto no es
un ser humano!, es una maquina o más bien un poco de ambos. La comunicación
empieza con una especie de clave que es un sonido característico de una serie
de números, el otro responde con lo mismo más una contraseña. Luego de que
todos se confirman y reconfirman empiezan a intercambiar esa información entre
ellos y también la envían a otros, siempre confirmando y reconfirmando la clave
de inicio que es una especie de llave. También calculan cada sonido que
escuchan o captan. Hay una señal muy fuerte que interrumpe todo, es una alerta
2 (dos) patrulleros no regresaron, nos movemos rápido, parece que vamos
corriendo. ¡Gua! acabo de saltar como 5(cinco) metros a lo alto, es tremendo.
Estoy empezando a ver y a comprender mas, veo una imagen mental de este ser (ya no sé cómo llamarlo).
Veo lo que piensa o lo que ejecuta mejor dicho, pues sus pensamientos en si es
como si no estuvieran formados, solo son sensaciones. Veo la imagen creada en
el interior de su cerebro, en parte carne y en parte compuesta por pequeñas
maquinas.